Diario El Mercurio, 17 de Mayo de 2011

Cuando asumimos el desafío de trabajar por Chile y para el Gobierno del Presidente Piñera, sabíamos que estábamos asumiendo una gran tarea: realizar la más importante modernización de los últimos años en la Industria de las Telecomunicaciones.

En estos 14 meses de gobierno hemos aprobado el cuatro leyes fundacionales.

Con la Ley de Reconstrucción y Emergencias en Telecomunicaciones, nos hicimos cargo de corregir legalmente las deficiencias que mostraron las redes de comunicaciones para el terremoto del 27F. Gracias a esto hoy contamos con nuevas normas de calidad de servicio y respaldo en caso de emergencias.

Pero no todo era reconstrucción. Nos propusimos avanzar en las materias donde estábamos más atrasados.

Así, hoy la Ley de portabilidad numérica es una realidad y a fines de 2011 tendremos lista la plataforma tecnológica que permitirá a las personas cambiarse de compañía sin perder su número.

El eje “Internet para todos”, es otro campo donde estamos dando pasos firmes. Con la Ley de Neutralidad de Red aprobada el año pasado, Chile se convirtió en el primer país del mundo en prohibir el bloqueo arbitrario de aplicaciones, servicios y contenidos en internet fijando el deber de las empresas de transparentar las condiciones de sus planes comerciales y consagrando el derecho de los usuarios a exigir la calidad de servicio que contrataron.

Junto a ello desplegamos fuertes planes de inversión pública y privada para seguir expandiendo la cobertura de la Banda Ancha en el país. Entre 2010 y 2011, más de tres millones de chilenos que no tenían acceso a Internet podrán conectarse.

Adicionalmente, estamos trabajando en uno de los proyectos más relevantes de nuestro Gobierno: todos los colegios municipales y subvencionados tendrán Banda Ancha mediante el programa “Conectividad para la Educación”.

Nos hemos impuesto metas exigentes en cobertura de internet llegar a 2014 al promedio de la OCDE en penetración de hogares, empresas, escuelas y personas, reduciendo los precios.

Para esto, estamos generando condiciones de competencia total en el mercado de telecomunicaciones, propiciando que todos los actores puedan competir en todas las comunas. Hoy tenemos planes de inversión privada por más de 7.000 millones de dólares en conectividad avanzada para los próximos tres años.

También logramos coordinar a los países de América Latina tras metas comunes para el desarrollo y cobertura de internet en nuestros países, a partir de un plan pensado, propuesto y liderado por Chile: la integración territorial de nuestras naciones con fibra óptica; la atracción de nuevos inversionistas troncales en fibra óptica internacional, para romper el duopolio en la oferta de enlaces internacionales, que encarece los precios finales de la región; la estrategia de acercar a los proveedores de contenidos como Google y Youtube a Sudamérica. La sola coordinación de nuestras naciones ha permitido reducir los costos de los enlaces internacionales de Banda Ancha en más de un 40%.

La integración al interior de Chile y la importancia de las regiones, también es muy relevante. Por ello apoyamos la aprobación de la Ley que elimina gradualmente la Larga distancia nacional. En los próximos meses se eliminará la larga distancia nacional en 7 regiones y el 2014 en todo el país.

Estamos convencidos que tras diez años de debate y tres años de tramitación parlamentaria, tendremos por fin una Ley de TV digital que garantice el acceso gratuito a la televisión de alta definición para todos los chilenos.

Lo propio con la Ley de antenas celulares, la creación de la Superintendencia de Telecomunicaciones, la reformulación del Fondo de Desarrollo de las Telecomunicaciones y la innovación tecnológica de la cuarta generación móvil (4G), proyectos que van en la línea de empoderar a las personas, modernizar la institucionalidad, propiciar la competencia por calidad de servicio y, sobre todo, asegurar las condiciones para un desarrollo armónico de las telecomunicaciones, que puede y debe ser el motor del desarrollo de Chile.

Ya llegamos tarde a la revolución industrial y no podemos llegar tarde a la sociedad del conocimiento. Esa es nuestra visión y nuestra meta.