Subsecretaría de Telecomunicaciones

 
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1 de Agosto de 2016
Klaus von Storch participó en inauguración de la primera Escuela de Astronautas en Chile

  • El miembro del Consejo de Ministros para el Desarrollo Espacial de la Subsecretaría de Telecomunicaciones, fue invitado a la  inauguración de la primera Escuela de Astronautas en Chile , la primera en su tipo que se crea en el país.

Mostazal es una comuna agrícola de la Región de O’Higgins, donde viven 24 mil personas. No poseen observatorios astronómicos, centros  científicos, ni nada que se le parezca, pero desde esta semana el municipio quiere que sus niños sueñen con ser astronautas.

En esta comuna, ubicada a 79 kilómetros de Santiago, la semana pasada se desarrolló el primer encuentro científico “Mostazal una ventana hacia la ciencia”, donde participó el candidato a astronauta chileno, miembro de la Comisión de Ministros para el Desarrollo Espacial de la Subtel y ex oficial de la Fach, Klaus von Storch.

La asistencia de von Storch a a la  inauguración de la Escuela de Astronautas de Mostazal, la gestionó Crystián Sánchez, psicólogo militar y aeronáutico de la Brigada de Aviación del Ejército de Rancagua, quien es su tiempo libre es  divulgador  científico.

“Este proyecto surge de la experiencia de realizar talleres de divulgación científica para niños y niñas, donde cada vez que se les preguntaba ¿qué querían ser cuando grandes? manifestaban el deseo preferente de ser astronautas”, dice Sánchez, quien agrega que este deseo de aventura es un agente facilitador del aprendizaje.

La escuela se iniciará primero con 50 niños y niñas de entre 6 y 12 años, pero luego llegará a 450 escolares de 10 colegios municipales de la comuna, incluido una escuela especial.

“A todos los niños les proporcionaremos su uniforme de astronauta y las clases son completamente gratuitas”, agrega Sánchez.

Von Storch aceptó la invitación porque le motivan estas iniciativas, ya que al pensar en el espacio los niños desean conocer y explorar más allá de lo que aprenden en una sala de clases. Recuerda que esto sucedió con un grupo de alumnas del Liceo 1 de Niñas de Santiago, que enviaron las chinitas al espacio hace 17 años, como parte de un experimento que viajó en el transbordador Columbia, proyecto  científico que le correspondió coordinar.

“Todos los niños tienen sueños, pero cuando van creciendo los va limitando la realidad. En Chile tenemos tremendas capacidades y en la medida que las logres motivar puedes generar espacios donde se produzca un desarrollo en la parte científica y en la parte tecnológica, como ocurrió con el proyecto de las chinitas”, explica Von Storch.

Mission X 

La semana de la ciencia y la Escuela de Astronautas recibió el apoyo del alcalde  de la comuna Sergio Medel, y cuenta con el patrocinio del radiotelescopio Alma y Lego, entre otras organizaciones,

“La curiosidad de los niños no tiene fin, y es la misma curiosidad que mueve a los astrónomos a tratar de descifrar de dónde venimos y hacia dónde vamos. Por eso en Alma queremos fomentar esa curiosidad apoyando iniciativas como la Escuela de Astronautas que se lanzará en San Francisco de Mostazal”, plantea Valeria Foncea, jefa de Comunicaciones de Alma.

Pablo Inostroza, director de Turismo del municipio de Mostazal y encargado del primer encuentro científico, explica que los niños recibirán cuatro módulos teóricos y otros cuatro prácticos, en los que aprenderán desde cohetería básica, ejercicio físico y realizarán visitas al Planetario, simuladores de vuelo y observatorios.

“Los niños tienen ocho clases y luego en octubre  pasan a ser parte de la Mission X de la Nasa”, explica el funcionario.

La Mission X de  la Nasa es un programa educativo que invita a los niños a entrenarse como un astronauta, entregando una serie de recomendaciones y misiones que cumplir. Esto implica hacer ejercicios, alimentarse bien y aprender conocimientos espaciales y competir con otros países.

Algunos colegios chilenos ya han participado en esta  iniciativa, así como escolares de otros países del mundo, donde han sido apoyados por rostros emblemáticos, como el astronauta británico Tim Peake.

Sánchez explica que con la implementación de la escuela y luego con la participación en Mission X se consiguen dos objetivos “una alfabetización científica y reducir el sedentarismo, y la obesidad infantil al entrenarse físicamente como astronautas de misiones espaciales”.

 

Fuente: La Tercera